Una parte de mi.
Fragmentos de mi memoria.
Mis pensamientos, mis sentimientos, mis sufrimientos
silenciosos y mis miedos.
Mis esperanzas, mis sueños.
Lo que pasa por mi mente. Lo que mis dedos escriben. Lo
que mis ojos leen.
Es exactamente eso, lo que me pasa por la cabeza.
Una manera de expresarme libremente, sabiendo que no me
interrumpirá nadie, que quién lea esto escuchará lo que
tengo que decir.
Mi voz.
Una pequeña parte de mi, una huella de mi existencia, un
rastro de mi corazón y mente que dejo detrás de mi. Un
paso en la nieve. En la arena.
Para alguien. Para nadie. Para todos. Para quien quiera
leerme.
Para quien tenga tiempo que perder o simplemente
curiosidad.
Dejo esta huella, que se perderá en el viento.
No sé si habrán más, pero esta es la primera huella. La
primera huella en el viento.