Saturday, November 14, 2015

Ola


Viene. Y se va.
Regresa. Y al instante se retira.
Como si no se atreviera a quedarse.
 
Es tranquila, pero brava.
A veces quiere llamar la atención y alza la voz. Algunas personas piensan que es increíble, casi mágica. Tiene el poder de hipnotizar a quien se quede mirándola fijamente demasiado tiempo. 


Es algo inestable, no permanece mucho tiempo en un mismo lugar y cambia de apariencia con regularidad.
A veces es grande, otras pequeña. 


Lo que mas le gusta es acariciar la arena y arrollar las rocas costeras. 


Hoy el mar esta tranquilo.
Las olas parecen estar dormidas.

Thursday, November 12, 2015

Precipicio


Avanzó lentamente, un pie tras otro.
Caminó sin detenerse por mucho tiempo. Parecía alguien errando sin rumbo, guiado simplemente por sus pasos que le llevaban siempre mas lejos. Cada vez mas lejos. 


Excepto que sabía perfectamente adonde se dirigía.
 
Ahí arriba el viento sopla fuerte. Como si saliera de un ventilador funcionando a plena potencia; porque también era frío.
Provocaba escalofríos. Escalofríos que recorrían su columna y le erizaban los pelos de la nuca.

Ese viento le obligó a fruncir el ceño y a entrecerrar los ojos.

Inspiró. Levantó la vista.
Que cielo tan azul. Despejado. Tranquilo. Inmóvil.
 
 
Bajó la vista a sus pies. Y casi sin entender lo que sucedía, vio su pie moverse y dió un paso adelante.

Tuesday, November 10, 2015

Soledad


Atravesar un desierto andando.
Sentir la arena que se introduce por tu garganta y raspa tus pulmones a cada respiración.
Tener los ojos secos, duele parpadear. Sentir que tus parpados se quedan como pegados a tu retina.
Gotas de sudor que te empapan y escalofríos que te hielan la sangre. 


Estar perdido en un bosque.
Tu piel arrancada por las ramas que te acarician la cara. Tropezar con las raíces y piedras, y aterrizar sobre tierra fría y húmeda.
El ruido amenazador del viento invernal paseándose por la cima de los árboles y la sombra tremenda que crean esos mismos arbustos milenarios de noche como de día. 


Flotar en mitad del océano.
La sal te reseca la cara, los labios, los ojos y la nariz, hasta las células de tu estomago.
El picor en la piel.
Estas en remojo en agua salada. Mojado pero tan reseco. Pesar demasiado como para mantenerse a flote.
El frio abrazo del océano.

Sunday, November 8, 2015

Asalto




No podía reconocer eso.
Simplemente porque era mentira.
El no se había equivocaba. No era su culpa. Siempre lo hacía todo bien. 


Toda su vida sus padres le habían elogiado, sus hermanos y amigos le habían admirado. Todos le respetaban y envidiaban sus capacidades extraordinarias.
Jamás se equivocaba. Los demás eran quienes hacían las cosas mal. 


No era su culpa.
 
Todo aquel que pretenda convencerme que estoy equivocado miente. Me envidian. No me entienden. No entienden que yo no cometo errores.
¿Por qué los demás no lo admiten? Es tan evidente.

Esas acusaciones son un ataque. Me están asaltando. 

Porque sé que tengo razón.