Ola

Viene. Y se va.
Regresa. Y al instante se retira.
Como si no se atreviera a quedarse.

Es tranquila, pero brava.
A veces quiere llamar la atención y alza la voz. Algunas personas piensan que es increíble, casi mágica. Tiene el poder de hipnotizar a quien se quede mirándola fijamente demasiado tiempo. 

Es algo inestable, no permanece mucho tiempo en un mismo lugar y cambia de apariencia con regularidad.
A veces es grande, otras pequeña. 

Lo que mas le gusta es acariciar la arena y arrollar las rocas costeras. 

Hoy el mar esta tranquilo.
Las olas parecen estar dormidas.

Precipicio

Avanzó lentamente, un pie tras otro.
Caminó sin detenerse por mucho tiempo. Parecía alguien errando sin rumbo, guiado simplemente por sus pasos que le llevaban siempre mas lejos. Cada vez mas lejos. 

Excepto que sabía perfectamente adonde se dirigía.

Ahí arriba el viento sopla fuerte. Como si saliera de un ventilador funcionando a plena potencia; porque también era frío.
Provocaba escalofríos. Escalofríos que recorrían su columna y le erizaban los pelos de la nuca.
Ese viento le obligó a fruncir el ceño y a entrecerrar los ojos.

Inspiró. Levantó la vista.
Que cielo tan azul. Despejado. Tranquilo. Inmóvil.

Bajó la vista a sus pies. Y casi sin entender lo que sucedía, vio su pie moverse y dió un paso adelante.

Soledad

Atravesar un desierto andando.
Sentir la arena que se introduce por tu garganta y raspa tus pulmones a cada respiración.
Tener los ojos secos, duele parpadear. Sentir que tus parpados se quedan como pegados a tu retina.
Gotas de sudor que te empapan y escalofríos que te hielan la sangre. 

Estar perdido en un bosque.
Tu piel arrancada por las ramas que te acarician la cara. Tropezar con las raíces y piedras, y aterrizar sobre tierra fría y húmeda.
El ruido amenazador del viento invernal paseándose por la cima de los árboles y la sombra tremenda que crean esos mismos arbustos milenarios de noche como de día. 

Flotar en mitad del océano.
La sal te reseca la cara, los labios, los ojos y la nariz, hasta las células de tu estomago.
El picor en la piel.
Estas en remojo en agua salada. Mojado pero tan reseco. Pesar demasiado como para mantenerse a flote.
El frio abrazo del océano.

Asalto

No podía reconocer eso.
Simplemente porque era mentira.
El no se había equivocaba. No era su culpa. Siempre lo hacía todo bien. 

Toda su vida sus padres le habían elogiado, sus hermanos y amigos le habían admirado. Todos le respetaban y envidiaban sus capacidades extraordinarias.
Jamás se equivocaba. Los demás eran quienes hacían las cosas mal. 

No era su culpa.

Todo aquel que pretenda convencerme que estoy equivocado miente. Me envidian. No me entienden. No entienden que yo no cometo errores.
¿Por qué los demás no lo admiten? Es tan evidente.
Esas acusaciones son un ataque. Me están asaltando. 

Porque sé que tengo razón.

Indomable

Cae sobre mi y se desliza por mi cuerpo.
De mi cabeza hasta mis pies.
Como si yo no estuviera allí. En su camino. Solo quiere llegar a du destino.
Que esté ahí o no, no cambia nada.
Solo tarda un poco mas en llegar cuando me encuentro en el medio.
Aun así parte de ella se queda en mí. Sobre mi ropa.
Sobre mi pelo.
En mi piel, como descansado.
Si abro la boca, me la puedo tragar. Entonces desaparece sin llegar a su destino.
Aunque cuando intento agarrarla entre mis dedos, se me escapa.

No consigo retenerla, no puedo domarla.
Es demasiado fuerte, demasiado determinada, demasiado
independiente.
Hoy es fría, mañana será tibia.

La lluvia.

Caída

¿Dónde está el principio?
¿Dónde está el final?
No sabe donde empieza ni donde acaba. Es como un circulo perfecto, imposible determinar cual es el punto de partida una vez que esta trazado.
Mire adonde mire, solo hay oscuridad. No hay luz por ninguna parte, ni siquiera dentro de su ser.
Como saber si hay que avanzar o retroceder. Puede que tenga que quedarse quieto, sin moverse.
No. Tiene que hacer algo. Algo. Lo que sea.
Hay que empezar. O acabar. ¿Cuál de los dos? Puede que haya que seguir.
¿Cerrar los ojos? ¿O mejor abrirlos?
De todas maneras no hay luz, no puede ver nada.
Decida lo que decida. Haga lo que haga.
Se acerca a su fin sin remedio. No puede detener el transcurso del tiempo. Una caída que nadie puede impedir. Inexorable.

Ayuda

Me siento a gusto.
Me oprime.
Estoy cómodo.
Me sofoca.

Es reconfortante.
Me estoy ahogando.
Es apacible.
No logro respirar.
Me protege.

Me agrede.
Me abraza.
Me hiere.

Quiero gritar.
No me sale la voz.

Este silencio me está haciendo perder la cabeza.

Recelo

No mires eso. No pienses en ello.
No te acerques. No le pongas el dedo encima.
Es mío. Mío y de nadie mas.
No será tuyo. No conseguirás arrebatármelo.
No te lo daré. No te lo voy a ceder.
No tienes derecho.
Digas lo que digas, hagas lo que hagas.
No me convencerás.
No me obligaras.
Es mío, no es tuyo.
No quiero que tú ni nadie se aproxime.
Me pertenece. Me lo he ganado, me lo merezco.
Ni lo intentes. Nunca lo tendrás en tu posesión. Tu llegaste después, no tienes derecho.
Es mío, no se lo cederé a nadie.
Aunque me supliques, aunque me pagues.
No será tuyo.
Por que es mío.

Gracias por ser tú

Si no fueras tú,
Si fueras distinto...
Todo sería distinto ¿verdad?

Yo no sería quien soy, no pensaría como pienso. Ni sentiría lo que siento.
Puede que hasta lo que ven mis ojos fuera distinto.
As que estoy contenta y agradecida que seas tú. Porque me gustas tal y como eres.
Y me gusto tal y como soy.
La “yo” que soy existe porque tu eres tu, tal como eres.

Huellas en el viento

Una parte de mi.
Fragmentos de mi memoria.
Mis pensamientos, mis sentimientos, mis sufrimientos silenciosos y mis miedos.
Mis esperanzas, mis sueños.
Lo que pasa por mi mente. Lo que mis dedos escriben. Lo que mis ojos leen.
Es exactamente eso, lo que me pasa por la cabeza.
Una manera de expresarme libremente, sabiendo que no me interrumpirá nadie, que quién lea esto escuchará lo que tengo que decir.
Mi voz.
Una pequeña parte de mi, una huella de mi existencia, un rastro de mi corazón y mente que dejo detrás de mi. Un paso en la nieve. En la arena.
Para alguien. Para nadie. Para todos. Para quien quiera leerme.
Para quien tenga tiempo que perder o simplemente curiosidad.
Dejo esta huella, que se perderá en el viento.
No sé si habrán más, pero esta es la primera huella. La primera huella en el viento.

Fallecer

¿De verdad me he vuelto más mayor en estos años? ¿He crecido? ¿Soy mas adulta? Me gustaría que alguien me lo dijera si es cierto, porque mi opinión no es para nada objetiva.

Quiero saber.

No quiero morir pensando –o sabiendo- que en estos años de vida, no he aprendido, no he crecido, no he vivido. Quiero que mi vida en este mundo sirva de algo, que le sea se alguna utilidad a alguien. Pero de verdad.
¿Es posible cambiar la vida de alguien? ¿Tener un impacto positivo sobre alguien? ¿Ayudar a alguien?
Vivir sin tener influencia alguna sobre nadie es demasiado triste.
Las relaciones, la conexión que creamos y tenemos entre seres humanos, ¿no es eso lo que justamente hace que merezca la pena vivir?
Saber que si por alguna razón desaparecemos, no seremos ignorados ni olvidados. Saber que esa desaparición afectara sinceramente a alguien, a otro ser.
Saber que al menos una persona derramará una lágrima sincera si despareces.
Una vida aislada y solitaria, sin dar ni recibir ningún tipo de sentimiento, ¿acaso no es demasiado similar a estar muerto? Es más triste aun que la muerte.

Oasis

Una sonrisa.

¿Por qué es tan difícil sonreír? Solo basta con levantar las comisuras de los labios...
Personas sonriendo en cada esquina. Tantos rostros iluminados por sonrisas. Entonces no puede ser tan complicado o difícil. Sonreír es algo sencillo.
Que pesados son estos labios. No se quieren doblar. Pesan tanto que se quedan recaídos. ¿Dónde podré encontrar a alguien lo suficientemente fuerte para levantar estos labios?
Una sonrisa requiere la contracción de diecisiete músculos. Que curioso. ¿Por qué se necesitaran tantos músculos para realizar un gesto tan anodino y común?
¿No será que en realidad lo que hace falta es algo que mueva nuestro corazón y no fuerza para contraer músculos faciales?

¿Por eso me cuesta tanto sonreír?

Dicen que la sonrisa es contagiosa. Cuando alguien sonríe, el vecino también.
Creo que mi sistema inmunológico es muy bueno, no se me contagian esas cosas.
Parece que se necesita mucha energía para sonreír, pero nunca me canso de hacerlo.

¿Estaré demasiado cansada para seguir sonriendo? ¿Para
lograr esbozar una ligera sonrisa?

Solo quiero ser capaz de seguir sonriendo.
Una sonrisa puede salvar a alguien.

Rayón

Palabras. Más palabras.
Reproches. Más reproches.
Gritos. Más gritos.
Tristeza. Más tristeza.
Incomprensión. Más incomprensión.
Pena. Más pena.

Frustración. Más frustración.
Discusiones. Más discusiones.
Miedo. Más miedo.
Inseguridad. Más inseguridad.
Soledad. Más soledad.
Tristeza. Más tristeza.
Peleas. Más peleas.
Destrucción. Más destrucción.
Rencores. Más rencores.
Arrepentimiento. Más arrepentimiento.
Dolor. Más dolor.

Confusión. Más confusión.
Resignación. Más resignación.
Desesperación. Más desesperación.
Ignorancia. Más ignorancia.
Obstinación. Más obstinación.
Heridas. Más heridas.

Tristeza. Más tristeza.

Un sabor... salado. 

Su corazón quedó rayado.